Antes de la operación veía doble porque un ojo se me torcía todo el rato. Además, me molestaba mucho y tenía que parpadear para intentar que dejara de molestarme. Era muy pequeña, tenía 4 años, y me daban miedos los médicos y los hospitales.
Después de la operación veo mejor, aunque tengo que hacer ejercicios para seguir mejorando. Pero por lo menos los ojos ya no se me tuercen y no he empeorado mi vista desde que empecé con problemas con 2 años.
Lo que más me ha gustado es lo bien que se portaron todos en el hospital después de la operación y que el doctor siempre está muy pendiente para ver que siga mejorando.
Los beneficios de la operación han sido:
- No torcer los ojos.
- Poder ver bien.
- No haber tenido problemas en el cole para aprender.
Se lo recomendaría a la gente que tenga el mismo problema que yo y que quiera curarse.