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El Instituto Nacional de Optometría fue el primer centro de terapia visual que se abrió en España
Fundado en 1984, está dirigido por Elena García Rubio desde el año 2006; desde el inicio fue un centro dedicado al cuidado de la visión y especializado en el tratamiento de desequilibrios o alteraciones visuales y visuoperceptuales que afectan al rendimiento o al aprendizaje.
En la actualidad es además un centro de referencia en la adaptación de lentes de contacto, especialmente pediátricas y de control de miopía, y en la atención a personas con necesidades intelectuales especiales y personas afectadas por lesiones cerebrales y Esclerosis múltiple.
INOP cuenta con optometristas altamente cualificados y en continua formación, y con avanzada tecnología de diagnóstico y tratamiento, que es constantemente actualizada, incorporando sistemáticamente las últimas innovaciones en las áreas de optometría, terapia visual y contactología.
Fundado en 1984, está dirigido por Elena García Rubio desde el año 2006; desde el inicio fue un centro dedicado al cuidado de la visión y especializado en el tratamiento de desequilibrios o alteraciones visuales y visuoperceptuales que afectan al rendimiento o al aprendizaje.
En la actualidad es además un centro de referencia en la adaptación de lentes de contacto, especialmente pediátricas y de control de miopía, y en la atención a personas con necesidades intelectuales especiales y personas afectadas por lesiones cerebrales y Esclerosis múltiple.
INOP cuenta con optometristas altamente cualificados y en continua formación, y con avanzada tecnología de diagnóstico y tratamiento, que es constantemente actualizada, incorporando sistemáticamente las últimas innovaciones en las áreas de optometría, terapia visual y contactología.
Hay otra pregunta más importante.
Te cuento enseguida cuál es.
Antes quiero hablarte de un paciente.
Lo llamaré Juan para mantener su privacidad.
Juan fue uno de los primeros pacientes al que operé de estrabismo.
Tenía 37 años en aquel momento y un estrabismo hacia dentro (bizqueaba) desde la infancia.
Es tímido, con la cabeza baja, no mira directamente a los ojos, se siente acomplejado e inseguro. Introvertido y aislado.
No tiene seguro médico. Viene por lo privado.
Me dice que quiere tener pareja, pero que se encuentra inseguro.
Me siento identificado porque, por aquel entonces, yo no tenía novia y digamos que tampoco tenía suerte.
Le digo que, en su caso, una cirugía lo arreglaría. Lo del ojo. Lo de la novia no es cosa mía.
Acepta. Lo opero. Queda fenomenal y a la semana le veo en la consulta con los ojos todavía rojos por la inflamación. Y le digo:
“Juan, qué bien estás, ya verás cómo ahora consigues novia”.
“Ya la he conseguido”, me dice.
Me quedo estupefacto. Asombrado de que el resultado de la cirugía le hubiera liberado tanto como para conseguir pareja en 7 días. ¡Y con los ojos rojos y sin haberse recuperado aún del todo!
Y lo peor: ¡Yo seguía sin ser capaz de echarme novia ni con mis ojos rectos!
La cosa no queda ahí. Al mes de la cirugía (el día del alta), nos despedimos, le digo que estoy muy contento con el resultado y él también lo confirma. Es otro hombre: seguro, cabeza alta, mirada directa a los ojos…
Entonces, va y me entrega un sobre:
“Esto es para agradecerle lo que ha hecho por mí”.
Le dije que no era necesario, que solo había hecho mi trabajo. Pero no aceptó un no por respuesta. En el sobre había un billete de 500€. Ningún paciente había hecho nunca algo así conmigo.
Con parte del dinero compré un abrigo que llevé durante al menos 4 años. Cada vez que me lo ponía, sentía que podía cambiar la vida de la gente… y me acordaba de Juan.
De alguna manera, Juan también cambió mi vida con su gesto. La primera vez que me puse aquel abrigo, comprendí que operar de estrabismo a una persona era mucho más que hacer una corrección estética o de salud.
Fue en ese momento cuando supe que quería especializar mi carrera en el estrabismo.
Hace ya 13 años de aquel día y todavía me acuerdo de Juan.
Y, en el momento de escribir estas líneas, he operado a 1017 personas de estrabismo.
Exactamente 199 niños y 818 adultos.
Te aseguro que es una cifra poco común. Es difícil dar con un oftalmólogo que haya operado tantos estrabismos.
Pese a que el 4 % de las personas en España tienen algún grado de estrabismo, la mayoría de las clínicas oftalmológicas cuenta con grandes profesionales que operan muy bien enfermedades de la retina o las cataratas. Pero es difícil encontrar a un cirujano experto en estrabismo.
Ahora. Saber cuántas veces ha operado un cirujano, aunque relevante, es un dato que no aporta toda la información que necesitas para tomar tu decisión.
La pregunta más importante que le tienes que formular al oftalmólogo que quiere operar tu estrabismo es esta:
Esa es la pregunta clave.
Por eso, llevo un escrupuloso seguimiento de los resultados de mis cirugías.
En niños, los ojos quedan perfectos o notablemente mejor en 9 de cada 10 pacientes que he operado de estrabismo.
Y el 90 % de los pacientes adultos consigue un alineamiento perfecto o notablemente mejor de sus ojos.
Para conocer más estadísticas y datos en función de tu edad, puedes consultar esta página.
Soy el Dr. Javier Hurtado Ceña y quiero ayudarte a deshacerte de tu estrabismo
Soy el Dr. Javier Hurtado Ceña, oftalmólogo especializado en estrabismo.
Tras 14 años tratando pacientes con estrabismo, puedo decirte que operar es el último recurso. De hecho, si veo que es posible corregir tu estrabismo con una gafa, prismas o tratamientos de terapia visual, te lo propondré.
Pero si la cirugía es la opción idónea para ti porque todo lo anterior no ha funcionado, te lo haré saber. Y podemos programar la operación tan pronto como en 1 o 2 semanas desde nuestra primera consulta.
Porque los dos sabemos que el estrabismo es mucho más que un problema meramente estético. Y que nadie debería verse privado de una vida normal cuando existe una solución fiable y segura.
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