Nuria tuvo a Valeria hace 2 años. Su primera hija. La primera nieta de sus padres.
Es una niña morena, inquieta y muy sonriente. Va por la calle saludando a todos los perros. Empezó a caminar con 11 meses y habla como una cotorra, pero con media lengua.
Hace dos días el oftalmólogo les dijo que necesitaba gafas de 6 dioptrías.
¿Pero cómo le vamos a poner las gafas con dos años, si no para quieta?
¿En serio necesita gafas? ¿Si es una niña totalmente normal?
¿Y qué tipo de gafa le compramos, si nosotros nunca hemos usado gafas?
Bueno, vamos a ver si podemos ayudar en algo.
- Tanto el oftalmólogo como el optometrista pueden saber la graduación de las gafas en los niños pequeños. Si alguno os ha dicho que necesita gafas, es que las necesita.
- Que Valeria vaya a llevar gafas puede parecer una mala noticia, pero no es así. Con ellas, será capaz de desarrollar mejor la visión, captará mejor su ambiente y aprenderá más y más rápido todo lo que le rodea. Si es activa ahora, lo será mucho más con las gafas.
- Al elegir las gafas, os damos varios consejos.
- a. La montura, en niños pequeños, debe ser de plástico para que no se rompa ni el niño se haga daño con ella. Debe ser ligera, flexible e irrompible.
- b. Los cristales deben ser orgánicos porque son más finos, ligeros y seguros.
- c. Debe ajustarse perfectamente. Para ello, es conveniente una banda que la ajuste a la cabeza, que no apriete demasiado y que no debe dejar marcas rojas ni en la nariz ni en las orejas.
- d. Las patillas no deben apretar por encima de las orejas ni deben quedar muy por detrás de ellas.
- e. Los niños mayores deben participar en la elección de la gafa.
- f. La mayoría de los niños aceptan las gafas nuevas cuando se dan cuenta de que con ellas se ve mucho mejor el mundo, pero si tiene que motivar a su hijo, háblele de familiares o amigos que tengan gafas y, llegado el caso, de Harry Potter.
- g. Al principio, Valeria debe comprender que los únicos que pueden ponerle o quitarle las gafas son los adultos. Si ella se las quita, hay que volver a ponérselas con decisión. Las gafas no deben convertirse en un juguete o en un arma de manipulación.
- h. Con Valeria podemos empezar poco a poco. Aprovechar cuando esté descansada y de buen humor, pero preparaos para entretenerla lo máximo posible para que no se quite las gafas. Hay que buscar una actividad que fascine a Valeria, pero sólo la puede hacer si tiene las gafas puestas. Si se las quita, se acaba la actividad.
- i. Lo más fácil es convertir las gafas en una rutina. Por ejemplo, se las pone por la mañana y se las quita antes de la siesta. Hay que aspirar a que Valeria lleve las gafas todo el día. Hay que ser firmes. No podemos dejarnos gafas la batalla… porque sabemos que usar las gafas es lo mejor para ella.